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1 Balance Forrajero

Balance Forrajero

Por: Fabian Martinez Viloria; Zootecnista

¿Qué cantidad de forraje tenemos disponible en el potrero?, en la actualidad para los ganaderos es una pregunta muy común, pero en la mayoría de los casos se responde de manera subjetiva sin tener ningún tipo de bases seguras.

En el trópico el alimento principal de la ganadería son las pasturas; una de las grandes limitantes en la producción animal es la disponibilidad y consumo de forrajes por el animal. Esto hace que la productividad de las praderas sea baja debido a la menor carga o kilogramos de peso vivo. Actualmente la producción ganadera bajo nuestras condiciones, exige cada vez más de la aplicación de los avances científicos y técnicos con el objetivo de lograr en los sistemas de explotación una mejor eficiencia biológica y económica, con aprovechamiento racional de los recursos disponibles.

Uno de los grandes problemas a la hora de trabajar en sistemas ganaderos es llegar a un equilibrio entre la oferta forrajera de la pradera y la demanda de los animales, ya sean ovinos, bovinos, caprinos, etc. Para llegar a este equilibrio de manera productiva y sustentable es que nace el concepto de Balance Forrajero, que relaciona la capacidad talajera de la pradera (oferta) y la carga animal (demanda) (SÁEZ 2003).

La mejor opción que se puede utilizar para determinar la cantidad de forraje disponible es midiéndolo y luego con base a la carga animal se podrá estimar si el forraje que se encuentra en el potrero es suficiente o no. A esta metodología se le conoce con el nombre de Balance Forrajero y para poder implementarlo es necesario realizar una comparación entre la cantidad de forraje que se tiene (oferta) con el consumo que tendrán un determinado número de animales (demanda). Si la cantidad de forraje que ofrecemos es menor al consumo que tendrán los animales el balance será negativo (se presentara déficit), mientras que si la cantidad de forraje ofrecida supera el consumo que tendrán los animales se presentara balance positivo (habrá un excedente) y si la cantidad de forraje ofrecido es igual al consumo animal también será positivo (habrá un balance). En pocas palabras un balance forrajero es una herramienta muy útil que nos permitirá determinar de manera más objetiva si la oferta forrajera es suficiente para mantener un determinado número de unidades animales o no, lo que además permite ajustar la carga animal y brinda información importante que será de gran utilidad para poder tomar decisiones vinculadas al manejo de la alimentación de los animales.

De otro lado, el valor nutritivo de las pasturas tropicales es medio a bajo, por las bajas concentraciones de proteína cruda y energía presentando grandes variaciones durante el año. La disponibilidad de agua en el suelo determina la época seca y de lluvias, y estas afectan notablemente la disponibilidad y concentración de nutrientes en los forrajes.

Es bien conocido que pese a la enorme dotación de recursos forrajeros, la ganadería de los trópicos latinoamericanos enfrenta agudos problemas relacionados con la cantidad de forraje disponible en particular durante los prolongados periodos secos (RIVAS et al 2002). Asimismo, durante este periodo las gramíneas tropicales poseen una baja calidad energético-proteica y su estructura ofrece una pobre densidad de hojas verdes lo que afecta la eficiencia de la cosecha por parte del animal ocasionando un déficit de proteína y energía digestible (GARMENDIA, 2005; FARÍA, 2006).

Este fenómeno ha obligado a los pequeños productores a complementar la materia seca, la energía y la proteína deficitaria de sus sistemas de producción mediante la compra de forrajes y alimentos concentrados comerciales, comprometiendo la rentabilidad y la sostenibilidad económica de sus explotaciones (MACEDO et al 2001).

Por lo que se ve la necesidad de implementar sistemas que puedan aumentar la producción de proteína y fibra para que puedan obtenerse buenas producciones y entrar así a en competitividad mundial de la economía ganadera.

Es de suma importancia para nosotros, la interacción suelo-planta-animal, sabiendo aun que el problema en nuestro medio no es de recursos si no de organización e ingenio por lo que indispensable realizar un balance forrajero y alimentario puesto que es una herramienta que mediante su aplicación permite la planificación científica de las necesidades de producción de alimento necesario para el suministro de los animales para un periodo de tiempo prefijado.

Planificar adecuadamente la alimentación del ganado ayuda al productor a utilizar más apropiadamente sus recursos, pudiendo así mejorar la rentabilidad de su negocio (CATRILEO 2000).

Objetivos que se buscan al implementar un Balance Forrajero

Identificar las diferentes actividades que se realizan en una explotación ganadera, los cuales incluyen manejo de sus diferentes recursos forrajeros, capacidad de carga, niveles de producción, sistema de registros y estrategias usadas en las diferentes épocas del año relacionadas con actividades de pastos y forrajes utilizadas en la alimentación de los animales, y así poder diagnosticar y proporcionar las estrategias y recomendaciones que coadyuven a un manejo sostenible de los recursos que tributen hacia un modelo de empresa eficiente tanto en lo social, ambiental, económica y viable.
Determinar la cantidad neta de forraje disponible y determinar el consumo de forraje en las diferentes épocas del año.

Identificar las especies forrajeras, gramíneas y leguminosas existentes en los potreros y así poder plantear diferentes alternativas de alimentación para los animales basadas en recursos que se tengan en la granja, coadyuvados con recursos externos de fácil consecución de excelente calidad y que sean los más económicos.

Fortalecer el sistema de alimentación en pastoreo con prácticas que tributen a un manejo sostenible del conjunto suelo – planta – animal.

Identificar factores internos y externos que influyan en la productividad de la granja y establecer un plan de recomendaciones acorde con la situación que se pueda presentar.

Oferta Forrajera

Es la cantidad de Materia Seca que se le puede ofrecer a los animales, es uno de los parámetros del manejo del Pastoreo Rotacional que incide directamente en el consumo de los animales y que, siendo bien utilizada, permite incrementar la eficiencia de utilización del forraje. Esta asignación debiera ajustarse con los requerimientos que posean los animales en cada etapa fisiológica y con las variaciones en calidad de la pradera.

El mejor método que podemos utilizar para determinar la cantidad de forraje que podemos ofrecer es por medio de un aforo utilizando marcos que miden un metro cuadrado (1m²), un machete para cortar el material forrajero y una balanza para su posterior pesaje.

Para realizar esta práctica se debe tener un área determinada en donde debe haber establecida una especie forrajera y se debe observar la altura que tenga dicha especie para poder determinar niveles o alturas de crecimiento (alto, medio y bajo), para poder tomar por cada nivel mínimo 3 muestras y además se debe asignar a cada nivel lo que se conoce como porcentaje de participación que al sumarlos debe dar 100%.

Luego de identificar los niveles (alto, medio y bajo) se toma el cuadro y se lanza como se mencionó anteriormente con el fin de obtener mínimo 3 muestras por cada nivel, las tres muestras obtenidas por un nivel se suman y se dividen entre tres y luego se multiplica por el porcentaje de participación para obtener la cantidad de forraje que existe en un metro cuadrado.

Por ejemplo: se realizó un aforo a 0,5 hectáreas de pasto de corte Cuba 22 para suministrarlo picado a los animales, además se sabe que esta especie forrajera tiene un porcentaje de materia seca de 30% con un porcentaje de aprovechamiento de 80% y se le realiza cortes cada 40 dias y se obtuvieron los siguientes datos

Muestra	1	2	3	%participación
Nivel alto	4.4 kg	4.3 kg	4.5 kg	40
Nivel medio	4 kg	4.1 kg	4 kg	35
Nivel bajo	3.6 kg	3.5 kg	3 kg	25
Total	12 kg	11.9 kg	11.9 kg	100%

Nivel alto 4.4 + 4.3 + 4.5 ÷ 3 x 0.4 = 1.76 kg

Nivel medio 4 + 4.1 + 4 ÷ 3 x 0.35 = 1.41 kg

Nivel bajo 3.6 + 3.5 + 3.4 ÷ 3 x 0.25 = 0.87 kg

1.76 + 1.41 + 0.87 = 4.04 kg/ m²

Luego de tomar cada nivel y sacar un promedio y multiplicarlo por el porcentaje de participación y al sumar los tres valores obtenidos podemos decir que en un metro cuadrado hay 4.04 kilos/m².

Ahora tomamos el valor obtenido y lo multiplicaremos por el porcentaje de materia seca del pasto, luego el valor obtenido se multiplicara por el porcentaje de aprovechamiento y finalmente por el número de hectáreas así:

4.04 kg x 0.3 x 0.8 x 5000 m² (0.5 hectáreas) x 1 corte = 4,848 kg de MS

Luego de realizar los cálculos podemos decir que podemos ofrecer cada 40 días 4,848 kg de Ms

Demanda Forrajera

Hace referencia al consumo de forraje que tendrá un determinado número de animales y también se puede expresar en kilos de materia seca consumida. En este punto hay que tener claro que un animal consumirá entre 2.5 – 3% de su peso vivo.

Por ejemplo 10 animales de 350 kilos cuantos kilos de materia seca necesitan durante 40 días.

Sencillo tomamos el peso de los animales y lo multiplicamos por el consumo de materia seca que tengan (2.5 o 3% usted escoge) así:

350 kilos x (2.5 ÷ 100) = 8,75 kilos de materia seca al día.

8.75 kg de Ms x 10 animales x 40 días = 3,500 kg de Ms

Ahora te gustaría saber si existe balance forrajero en estos cálculos que realizamos ?. Si recuerdan en la parte de Oferta Forrajera luego de realizar el aforo se obtuvo un total de 4,848 kg de Ms y en la Demanda Forrajera un total de 3,500 kg de Ms.

Ahora tomaremos la Oferta Forrajera y le restaremos la Demanda Forrajera

Así: 4,848 kg de Ms – 3500 kg de Ms = 1,343 kg de Ms.

Existe un excedente de 1,343 kg de Ms por lo que podemos aumentar la carga animal así

1 animal consume en los 40 días 350 kg de Ms

8.75 kg de Ms (consumo día de un animal) x 40 días = 350 kg de Ms

Ahora procederemos a dividir el excelente entre el consumo en los 40 días

1,343 kg de Ms ÷ 350 kg de Ms = 4 animales.

Con el excedente se pueden mantener 4 animales adicionales

Referencias

CATRILEO, A. 2000. Demanda nutricional y balance forrajero del ganado.

FARÍA, M. J. 2006. Manejo de pastos y forrajes en la ganadería de doble propósito. X Seminario de Pastos y Forrajes. Univ. Zulia, Maracaibo. Venezuela. pp. 1-9.

GARMENDIA, J. 2005. Suplementación estratégica de vacas doble propósito alrededor del parto. IX Seminario de Pastos y Forrajes. Univ. Nac. Exp. Táchira, San Cristóbal, Venezuela. pp. 112-129.

MACEDO, R. M. A; GALINA, J. M; ZORRILLA, J. M; PALMA, Y. J; GUERRERO, P. 2001. Impacto económico de la introducción de tecnología en un sistema de producción agropecuario tradicional.

RIVAS, L; HOLMANN, F. 2002. Sistemas de doble propósito y su viabilidad en el contexto de los pequeños y medianos productores en América Latina Tropical. Curso Internacional de Actualización en el Manejo de Ganado Bovino de Doble Propósito. UNAM. Veracruz, México. pp. 1-38.

SÁEZ, I. J. 2003. Balance Forrajero “Camino hacia la producción sustentable de las praderas de Magallanes”. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS INIA KAMPENAIKE. Praderas ficha técnica 01.